domingo, 14 de diciembre de 2014

Wwoofing Lisarow: post 1

El tren me dejó en Lisarow, donde Michelle, con un coche todo terreno me vino a buscar. El primer recibimiento que tuve al llegar a la casa fueron dos perros. Uno, Rosie, más grande y que empezó a saltar encima de mí y otro, Rudy, que su manera de darme la bienvenida fue arañándome las piernas en el trayecto de la puerta hasta lo que sería mi habitación. Muy simpáticas las dos… Aunque creo que son así con cualquier nuevo inquilino porque a la segunda vez que nuestros caminos se cruzaron los arañazos se convirtieron en lamidos. A continuación empecé a limpiar  cristales y a barrer. No, no había tiempo para instalarme, que ya estaba trabajando así que se puede decir que la integración fue bastante rápida. Porque wwoofing significa realmente trabajar. No recibes ningún sueldo específico para ello pero personalmente tengo suficiente con el sueldo imaginario de poder tener un sitio donde dormir y compartir su comida. Me gusta mucho trabajar aquí porque te das cuenta que eres de gran ayuda y este dar-y-tomar, este sentimiento de simbiosis entre personas, va en aumento día a día.

Entrada de la casa

Entrada de la casa des de otro ángulo

Lugar del jardín donde se tiende la ropa. El tendedero rotativo es una invención de los australianos de la cual están muy orgullosos. Qué queréis que os diga... Cuando empieza a rodar mientras estás colgando la ropa no es tan divertido porque la tienes que ir persiguiendo. 


La familia, compuesta por 4 niños (unos más entusiastas que otros en cuanto el trabajo en el campo), viven aquí des de hace cuatro años. La casa ya estaba construida y ellos la han adecuado a sus necesidades. Tienen un total de seis tanques de agua donde almacenan el agua de la lluvia. Son 100% autosuficientes y no necesitan agua del pueblo. Eso quiere decir duchas de dos minutos ;) El desagüe de la cocina va directamente a unos banana trees que tienen aquí y por eso se intenta minimizar los restos de alimentos en los platos a la hora de ponerlos en el lavavajillas. Son detalles a los que te vas acostumbrando.
Quien se encarga mayoritariamente del jardín es la madre, Michelle, y con ella también paso la mayor parte de mi tiempo, ayudándola. El padre trabaja en Sydney y a veces se queda a dormir allí así que no lo veo mucho.
Los niños dentro de poco tendrán vacaciones. La casa se llena de vida con ellos.


 Mi rutina es levantarme hacia las siete, desayunar, para así empezar a trabajar sobre las ocho. A las doce-una comemos un bocadillo y continuamos nuestra faena hasta más o menos las tres. Entonces Michelle va a recoger los niños y por la tarde volvemos a trabajar un poco más. La cena es sustanciosa y suele ser hacia las seis o siete de la tarde (la verdad es que me cuesta acostumbrarme a estos horarios!). Pasada una hora me como un iogur con miel (es el pequeño placer del día!)
A continuación alguna de las faenas que he hecho estos días aquí:
-   Construir un shadehouse (casita exterior que da sombra a las plantas que se encuentran en su interior)-       
the shadehouse
         “tejado” de la sitting-zone en el jardín. En este tejado esperemos que las plantas se enrosquen en él y hagan sombra. 
Michelle ocupada poniendo en orden el tejado 


-          Finalizar el nuevo gallinero para que las gallinas no se escapen
El gallinero al fondo

-          Ir a buscar ocho gallinas nuevas
-          Arrancar las malas hierbas
Mi trozo favorito de la casa. Es un lago con una isla en medio. La alfombra verde que le da este toque tan mágico es en realidad mala hierba que tenemos que quitar. Qué pena, verdad? Pero se debe retirar para que luego la planta nativa (que hace el mismo efecto) pueda crecer. 

-       Plantar flores con tal de que las malas hierbas tengan con quién competir. 
-          Todo tipo de faenas relacionadas con el hogar: cocinar, lavar, barrer, limpiar cristales, colgar la ropa…
-          Construir y pintar los beehives (lugar donde las abejas podrán fabricar miel. Sí, vamos a tener abejas, fue realmente muy divertido e interesante!)
Pintando en el porche de la casa

        Recoger tomates y huevos. Ésta es una de las faenas que más me gustan; es la naturaleza haciéndote regalos. 
-       
Yo con mi estilo de granjera! ;) Tomates recogidos con los que hice la salsa bolognese para la cena. Teóricamente tenía que ir acompañada también con una tortilla de patatas pero mmm... por el resultado que obtuve preferí que se convirtiera en comida para las gallinas. 

Aquí una noticia que os gustará… Hace muy mal tiempo para ser verano en Australia, argh! Durante toda esta semana ha habido tormentas casi a diario, y el viernes tuve que ponerme un jersey (terrible, no?) obviamente todos me culpan a mí, sí… seguramente he importado el mal tiempo de España hacia aquí.. Estoy bastante desilusionada porque me pensaba que sólo os enseñaría fotografías con un sol despampanante pero mira, no es así… Anyway, sigue siendo un espectáculo igualmente: como que la casa está sobre un terreno elevado, puedes ver como las nubes galopan hacia ti, llevando con ellas relámpagos, truenos y viento. La primera noche por ejemplo, todo el mundo estaba corriendo arriba y abajo abriendo los tanques de agua porque el agua caía con tanta fuerza que los tanques se habían taponado y el agua no entraba en ellos (algo así me pareció entender). Pero una vez más queda demostrado que algo raro está pasando con el tiempo. Os acordáis del gran boom de información que recibimos hace unos años hablando sobre el cambio climático? Cabe destacar que después de ello no se volvió a oír mucho más, quizás porque esclató la crisis económica. Comprendo que es difícil decidir a qué dar más prioridad, si a un cambio climático o a una crisis económica... El dinero nos afecta a todos directamente pero no deberíamos olvidar que, al fin y al cabo, formamos parte de un ecosistema en el que el factor clima es crucial para las especias que habitan en él y que un cambio de clima puede acarrear consecuencias que desconocemos por completo. 
Amenaza tormenta...


El sábado fuimos a un enorme shopping centre con los dos chicos mayores de 15 (Ben) y 14 (Tom) años. Debo confesar que al principio me costó relacionar cada nombre con el niño correcto… Les hablé sobre lo que pensaba del pan australiano y compraron un pan de la panadería! Gran ilusión. Por la noche hicimos pizza. Más tarde me explicaron que el sábado siempre es día de hacer pizza. En mi casa el día pizza es el viernes, mientras miramos una peli. Les dije esto último de la película y los niños se apuntaron al instante a hacer lo mismo.

El domingo los dos pequeños Harry (10) y James (11) tenían clase de nadar en el mar, así que fuimos a un cala con aguas mansas y donde las olas parecían bastante ficticias. Allí estuve con Tom, jugando en el mar, construyendo castillos de arena y dibujando. Hacia las doce volvimos a casa, tomé algo y seguidamente fui a ayudar a una amiga de Michelle a  preparar un high tea. Se trata de un evento que se hace unas cuatro veces al año en el que se sirve té o café juntamente con distintos pasteles, en uno de los pocos rainforests que hay en New South Wales (región de Australia donde me encuentro) llamado Forest of Tranquility. Una cucada.

Se parece un poco a la mesa de Alicia en el país de las maravillas, no? 

Forest of Tranquility en una pequeña caminata que hice

Yummy!


Al día siguiente quedamos por la mañana con esta misma amiga para tomar café y hablar en un sitio llamado Bamboo café. Muy bonito también. Yo me pedí un zumo de naranja, zanahoria y jengibre. Suena raro, verdad? Bueno, el gusto también era bastante especial por decirlo de alguna manera… La atmosfera fue muy agradable y las conversas interesantes. Esta amiga estuvo viviendo en South Africa y nos explicaba la situación allí. También me gustaría compartir con vosotros una frase que dijo Michelle: there are three types of people in this world; the ones who make things happen, the ones who watch things happen, the ones who wait for things to happen. Cada uno de nosotros decidimos cómo encarar la vida, no? Cuál es la tuya?
Este mismo día también descubrí que la manera cómo gestionan aquí todo el jardín se llama permacultura, harmonía entre producción y naturaleza.

El martes fuimos a la escuela de James y Harry porque se repartían premios de final de año. Pude escuchar el himno de Australia que es con música un tanto aborigen. Aquí todos los institutos y colegios llevan uniforme. También es obligatorio llevar gorro porque si no no te dejan jugar bajo el sol. Yo, al verlos, los llamo los pequeños rangers. Por la noche se repartían premios en el instituto de Tom y Ben, así que me quedé con James y Harry en casa. Fuimos a dar una vuelta y me enseñaron qué ruta podía seguir para ir a correr.

El miércoles compramos unos cuántos regalos más, esta vez sólo Michelle y yo. No sé si es algo muy normal en otras casas, la cuestión es que aquí siempre hay pastel o galletas que Michelle ha hecho para comer. Así que he decidido que yo también voy a preparar algo y gracias a una receta que me ha pasado una amiga de cómo hacer cheesecookies… la semana que viene podrán comer tantas como quieran cada día! ( si salen bien y les gustan claro…) Hasta ahora he probado pastel de zanahoria y pastel de plátano.

El jueves invertimos toda la mañana a preparar los beehives y por la tarde-noche fuimos a los Hunter Valley Christmas Lights Festival. Fue precioso.
Con Tom. Harry i James también querían salir de incógnito en la foto

Con James, Michelle y Harry. 

Una entrada muy adecuada para escritores

James



Las luces de Navidad encendidas



2 comentarios:

  1. Qué interesante todo lo que explicas! Y qué bonitos sitios son por los que te estás moviendo! Besitos <3<3<3

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