lunes, 8 de diciembre de 2014

Conservation Volunteer Project; post 3

Otra semana tras de mí y, por lo tanto, más novedades para explicar. Esta semana hemos estado trabajando en Newcastle en los Hunter Valley Wetlands. Es una zona donde vienen muchos pájaros para descansar y comer, y nuestra faena ha consistido en arreglar el terreno para que se sintieran más a gusto.  Hay unos árboles (cuyo nombre siempre repiten pero nunca me queda) que hacen el efecto pantalla porque crecen bastante y entonces provocan que los pájaros no quieran adentrarse. Una de las faenas que hemos tenido es arrancar los nuevos brotes. Son unos árboles bastante curiosos porque el extremo de sus raíces sale al exterior, seguramente  para no ahogarse ya que viven sobre terreno pantanoso.
Hunter Valley Wetlands

Los extraños árboles con las raíces sobresaliendo

Esta semana he hecho la dieta del no-pan. Os he hablado ya del pan australiano? Se compra en el supermercado, cortado tipo sándwich y metido en bolsas. He intentado encontrar alguna bakery pero no hay ni una. No saben qué es el pan de verdad! Para muchos de nosotros la acción de ir a comprar el pan es una de las primeras que hacemos del día, entrando en la panadería más cercana, absorbiendo el aroma de la pasta horneándose, intercambiar “buenos días” con los vecinos… Se ha convertido en una tradición, verdad? Es un hábito que tenemos integrado y estar aquí y ver que no existe es una sensación rara. Sí, se puede decir que hecho a faltar el pan de Catalunya. Es curioso cómo te das cuenta de lo mucho que aprecias un producto cuando pasas de tenerlo al alcance de la mano a ni siquiera verlo. Y claro, no es que pueda prescindir de un alimento tan básico como el pan porque todos los lunch que nos hacemos son a base de queso, jamón y tomate comprimidos entre dos rebanadas plasticosas. Así que decidí que el lunes sería el último día de la semana que comería pan de molde. Por lo tanto lo que hice durante los otros lunch fue guardarme la comida que había sobrado del día anterior. Fue una muy buen idea realmente.
Esta semana la comida ha sido muy internacional porque teníamos tres nacionalidades distintas en la casa: una mujer de 35 años de Bangla-Desh que está estudiando en la universidad de Sydney, un chico de Corea del Sur y por supuesto todos los demás alemanes.
A continuación los platos que prepararon para las distintas cenas! No me puedo quejar de ninguno!:
Spaghetti Bolognese (uno de los platos preferidos de los alemanes) 

Arroz al estilo Bangla-Deshi

Huevos Bangla-Desh

Salsa de iogur Bangla-Desh

Schnitzel a la mediterránea con potato mash. Guten Appetit! 

 Al haber culturas tan variadas compartiendo un mismo techo,he tenido conversaciones muy interesantes y de las cuales he aprendido un montón. Me gustaría explicaros las dos historias de Bangla-Desh que me contó Nahid mientras estábamos trabajando.
Creo recordar que fue el martes que vimos una araña muy curiosa. En ese instante Nahid estaba a mi lado y empezó a sacar muchas fotos. Luego se giró y me dijo: A nosotros, los musulmanes, nos gustan mucho las arañas y sobre todo las telas que forman. Se cuenta que cuando el  profeta estaba escapando de sus perseguidores se refugió dentro de una cueva. Allí había una gran araña que, al comprender la situación, empezó a tejer lo más rápido posible, su tela a la entrada. Justo cuando acabó los perseguidores llegaron a la cueva. Al ver que había una tela de araña dijeron “Es imposible que esté allí dentro, debe hacer mucho tiempo que nadie pisa esta cueva”. Y continuaron su búsqueda, pasando de largo.
Otra de las historias que me contó: eran dos monjes que estaban caminando cuando encontraron un cadáver medio enterrado bajo una tierra húmeda y pesada, con un gran árbol sobre él. Intentaron sacarlo de todas las maneras pero no pudieron. Así que tuvieron que retomar su camino. Las noches siguientes uno de ellos no pudo dormir de ninguna manera, sintiendo una gran culpa por no haber podido sacarlo, aunque fuera imposible para sólo dos personas. El otro monje, en cambio, durmió plácidamente porque ya casi ni se acordaba del incidente.
Con este pequeño cuento se relatan dos concepciones de vida según cuánto dejamos que nos afecte una cosa ajena a nosotros y por la cual no podemos hacer nada.
Lo maravilloso de vivir cerca de la playa es que podíamos ir a darnos un baño de agua fresca cada vez que llegábamos de trabajar, hacia las cuatro de la tarde. El miércoles hacía tanta calor (unos treinta grados) que el team leader dijo “Feierabend! Let’s go to the beach”. Feierabend es una palabra alemana que le hemos enseñado y que significa algo así como fin de la jornada. Ese mismo día aprendí que las aguas australianas se enfrían bastante durante el verano hasta unos dieciocho- dieciséis grados y lo que ocurre es que mucha gente se constipa al pasar de los rayos de sol de altas temperaturas al mar frío. Es curioso porque yo cada lugar donde me baño lo llamo “mar”, acostumbrada a las costas de Catalunya, pero aquí dicen swimming in the ocean. Le da un toque mucho más salvaje y emocionante, verdad?
Las chicas de esta semana en conservation volunteers australia!

Yo bajando por las escalera que llevan a la parte trasera de nuestra casa

En el mirador


Esta semana también hemos empezado a crear un calendario de cva. Se trata de hacernos fotos (aunque la mayoría de ellas son mentales y no están fotografiadas) mientras llevamos nuestras sexys ropas de trabajo que consisten básicamente en pantalones y camisetas de manga larga, botas, armilla, gafas de sol, sombrero y un litro de repelente de mosquitos vaporizado encima de nuestra piel. Suena bien… :P
Enero...

Febrero...

Marzo...

El jueves, al ser nuestra última noche todos juntos, decidimos hacer algo  un poco más especial. Fuimos a dar una vuelta y subimos a un obelisco des del cual se podía ver toda la ciudad iluminada. Había nubes; sino estoy segura que las estrellas del cielo se hubieran confundido con las lucecitas de Newcastle. Allí nos tomamos algunas fotos para nuestro calendario, que está subiendo de categoría! Luego volvimos a casa y estuvimos hablando hasta que fue hora de irse a dormir. Durante ese tiempo yo repartí mi Quadern de viatge para que pudieran anotar lo que quisieran (es como un cuaderno que me he traído para que la gente que conozca  puedan escribir lo que quieran antes de despedirnos). De momento ya hay letra Bangla-deshi y coreana!
Abril... (ya hemos abandonado nuestra ropa de trabajo)

El viernes fue un día de cambio. Las dos semanas en conservation volunteers ya estaban tras de mí, dándome cuenta que el tiempo corre más deprisa de lo que me gustaría. Han sido intensas, con amistades que estoy segura que tarde o temprano volveré a ver. Y así el sentimiento de estar sola en este enorme país se desvanece rápidamente a cada segundo que pasa. Ahora estoy preparada para la siguiente aventura de backpacker australiana: mi primera experiencia wwoofing en Lisarow. Voy para allá en tren. Subes conmigo?

2 comentarios:

  1. Qué guais! Ahora ya conoces a unos cuantos! Bon viatge!

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  2. ¡¡Adelante!! No tendrás pan pero mal alimentada no estás, ¿eh? Traete recetas d Bangladesh

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