miércoles, 29 de abril de 2015

DREAMTIME (My way to Darwin_part 2)

Si recordáis, en mi último post os hablé del concepto “dreamtime” de los aborígenes. Para explicar las dos semanas en las que estuvimos recorriendo los parques naturales que se encuentran entre Katherine y Darwin, me gustaría olvidar el orden cronológico impuesto por las horas y los minutos. Utilizando palabras de mi padre él define dreamtime como “ un presente con soñar permitido; sueños pasados y sueños por llegar”. Así el pasado, presente y futuro se difumina y sólo queda la verdadera esencia de cada momento vivido. Al recordar los dieciséis días que he compartido con mis dos travelmates franceses, Maxime y Laurent (Lolo), sólo me vienen a la mente sentimientos por los que he pasado en distintos instantes. Mirando las fotografías y todo lo que hemos hecho, me parece haber vivido una película, con una cámara escondida grabándonos en todo momento. Los tres juntos hemos sido actores y directores al mismo tiempo.  

El título de nuestra película es “Walkabout” que es un término aborigen que significa salir a hacer tu propio camino en medio del bush para crecer como persona. A continuación; la presentación de los personajes!

Laurent or Lolo; also known as “Laurent Dundee” from Paris, Jackaroo or, if you prefer, Athos (one of the three mosketeers). Con muchas aventuras por explicar como por ejemplo los siete meses en los que estuvo trabajando en una cattle ranch perdido en medio del outback australiano. Allí descubrió su pasión por la fotografía y en su tiempo libre pudo mejorar sus aptitudes logrando fotografías muy buenas. Pero, como todo, siempre queda mucho por aprender! Él nos ha ofrecido escenas de muchas risas, de lavarse los dientes con un gran estilo, ser peluquero de nuestro otro protagonista Maxime, hacer un intercambio de cervezas calientes (no tenemos nevera en nuestro coche) por cervezas frías con gente del camping. Por supuesto ha sido el encargado de las imágenes cargando siempre con él su cámara. Cómo sigue su carrera de actor a partir de ahora? Pues recorriendo la West Coast australiana y luego seguir descubriendo el mundo visitando los países asiáticos. Porque… una vez estás en la otra punta del mundo, el concepto de “lejos” deja de existir!
Sus frases estrella han sido:
-          I am sweating so much… (sí, la verdad es que el calor en el norte de Australia no es muy agradable)
-          Bloody bastards… (refiriéndose a los vampiros australianos, es decir, los mosquitos)
-          I am French (respuesta para cuando no sabes de lo que te están hablando)

      También me gustaría añadir que la mayoría de fotos de este post estan tomadas por Lolo y os animo a echar un vistazo a su blog: https://thezelaurent.wordpress.com/a-propos/ 




Maxime or Max; also known as “Max Dundee” or, if you prefer, Porthos (one of the three mosketeers). Gracias a él contamos con una de la escenografía más necesaria para el rodaje de la película: nuestro coche Lulu! Este excelente conductor nos ha ofrecido breathtaking scenes con sus poses de modelo minuciosamente ensayadas, clases de natación de “butterfly” así como increíbles saltos en el agua, ir en busca de cocodrilos, ha superado food crisis con gran dificultad pero sin nunca abandonar una sonrisa! Su próximo set será recorrer la East Coast australiana para finalmente en julio volver a Francia.
Sus frases estrella han sido:
-          I am starving (cosa que no me extraña…)
-          How much money do we have? ( en el common money; para comprobar que la mayor parte del tiempo estábamos pobres hehe)



Iris; also known as Jilaroo or, if you prefer, Aramis (one of the three mosketeers). Nos ha ofrecido muchas escenas escribiendo en su libro, grandes risas, intentar seguir el paso de sus dos compañeros a la hora de caminar, canciones cantadas al atardecer y sus esfuerzos por aprender francés (cómo no). Ella está ahora en Brisbane des de donde tomará un barco que la llevará a lo largo de la East Coast, en dirección Cairns y Gran Barrera de Coral.


Escribiendo...
Y, tal y como ya habréis adivinado, juntos hemos sido “Los tres mosqueteros”!


La secuencia de la película es Nitmiluk National Park; Edith Falls; Litchfield National Park; Kakadu National Park y finalmente llegar otra vez a la civilización en la ciudad de Darwin.

En las escenas se ven básicamente rainforests y caminos que transcurren al lado de ríos con peligro de cocodrilos en todo momento. ¿Que si vimos cocodrilos? Sí! El primer atardecer en Nitmiluk National Park fuimos a un lookout y estando allí Max nos llamó la atención diciéndonos que había algo moviéndose en el agua. Al principio pensábamos que era un tronco pero el hipotético tronco aparecía y desaparecía de la superficie así que descartamos la opción y pudimos asegurar que se trataba de un cocodrilo. Lástima que estuviéramos a unos cuantos metros de altitud y no hubiera suficiente luz para sacarle una buena fotografía. A partir de allí, mis dos queridos compañeros hicieron todo lo posible por ver otro cocodrilo durante los días siguientes, acercándose a la vera de los ríos. Pero no hubo suerte (afortunadamente).

Para que os quedéis tranquilos ;) 
Nuestro paso por los distintos parques naturales ha estado lleno de caminatas. En el caso de Nitmiluk, Edith Falls y Litchfield había muchos lugares donde bañarse. Pero en Kakadu se tiene que ir más con cuidado así que en todo el parque sólo había un sitio para disfrutar de un baño.

Haciendo un poco de escalada

Pinturas aborígenes mientras caminábamos. 

Escondidos entre la vegetación!
Hemos estado envueltos por la magia de la aventura del bushcamping: acampando con nuestras tiendas bajo cielos estrellados, cocinando con nuestro pequeño cooker pero sin mucha variedad de alimento. Nuestra dieta (muy influenciada por la food crisis que sufríamos) ha consistido en muesli para desayunar, una lata de atún para comer y noodles instantáneos para cenar. Mmm… increíbles diferencias de sabores que requieren mucho talento a la hora de cocinar.
Encontrar el camino entremedio de largas hierbas, remontar ríos, levantarnos temprano para ver el sunrise.


En uno de nuestros campamentos!

Durante la noche, dibujando sobre la tela negra las palabras "Kakadu", el nombre del último parque nacional donde estuvimos. Y las estrellas brillando en el fondo...

Sense oblidar Olot! ^^ 

También hay algunas escenas de acción, como por ejemplo nuestra lucha contra los mosquitos. Tristemente debemos admitir que perdimos “por muchas picadas”. Guardo en mi memoria uno de mis peores despertares en el que, nada más salir de la tienda, oí llegar a una legión de mosquitos y los vi aterrizar sin piedad sobre mi piel. El único repelente de mosquitos que actúa mínimamente aquí en Australia es el Bushman, así que tuvimos la necesidad de comprarlo.

Una de mis escenas favoritas se sitúa en la Eight Gorge, el destino de nuestros tres días de overnight hiking en Nitmiluk National Park. Una cascada, una playa pequeña y detrás rocas con vistas al río desde donde ver el atardecer dorado. Otro sitio que también me gustó mucho fue Ubirr, en Kakadu National Park. Se trata de un lookout que te da una vista limpia sobre todo el valle formado por “aiguamolls” y bosques de jungla, con algún canguro esporádico saltando y muchísimos pájaros. También quiero destacar los Wangi Falls en Litchfield National Park en los cuales, por desgracia, no podíamos bañarnos pero les hice un dibujo, recordando la manera como mi mamá captura el paisaje cuando va a caminar.

La Eight Gorge

Vistas des de la Eight Gorge

Wangi Falls

Ubirr

Podría escribir y escribir por mucho tiempo sobre el aire que he respirado en esta parte de Australia, pero quiero que también vosotros, mirando las fotografías de los paisajes, sepáis extraer cierta magia e imaginaros, des de vuestros propios puntos de vista, estar por estos lugares.


Finally, give a very big thanks to the best travelmates I could have ever had! I hope we will see each other again in order to keep sharing our lives’ movies.

viernes, 24 de abril de 2015

My Way to Darwin; part 1

Empiezo una nueva parte de mi viaje y esta vez acompañada! En total somos seis, cinco franceses y yo. Cuatro chicas y dos chicos. Los nombres son Lara, Julie y Agatha (que vino un día más tarde) y los chicos son Jonathan y Maxime. Durante los tres días que estuvimos en el resort, visitando Uluru y Ayers Rock les estuve haciendo un poco de guía turístico porque yo ya me conocía la zona. Aun así he tenido la oportunidad de ver cosas nuevas y es que… siempre hay algo nuevo por ver! 
My new travelmate, Maxime! 

Yo rodeada de franceses! Foto de grupo en Kata Tjuta

Maxime, Julie, Lara et Agathe delante de Uluru  


Iris recién levantada, igual que el nuevo día que se está desperezando. 

Me gustó mucho una visita guiada gratuita a los pies de Uluru con un ranger que hace “prácticas” en una sociedad aborigen. Os explicaré un poco de los aborígenes. Se les dan bastantes nombres, pero ¿cuál será el más políticamente correcto? Native people, locals, blackfellas… Han estado viviendo en Australia des de siempre y sólo hace 200 años que el hombre blanco vino a esta grandiosa isla para colonizarla. Es interesante darse cuenta que la comunidad aborigen australiana es una de las pocas en el mundo entero que no ha evolucionado hablando en términos de máquinas y herramientas. Aun dependen mucho de lo que la tierra da y como el encuentro entre blancos y aborígenes no fue del todo bonito (como suele pasar) nuestras culturas tienen distancias enormes entre ellas. Lo primero que pasó fue lo que se llama “the lost generation” en la que quitaron a los niños de sus familias para darles a familias de acogida blancas. Así, un montón de niños con raíces aborígenes fueron arrancados de sus padres y completamente alejados de sus tradiciones. El gobierno australiano al ver que lo ocurrido había sido un gran error empezaron a darles dinero y casas. Segundo problema… Queremos a ayudar a una gente que vive la vida de una manera tan diferente de la nuestra que no entendemos que algo que nos ayudaría a nosotros, los destroza a ellos. Es por eso que la mayoría de los aborígenes que encontramos hoy en día en las ciudades son adictos al alcohol. Por supuesto hay de todo. Algunos se dedican a dibujar y vender sus pinturas o trabajan como guías turísticos o sencillamente viven en las comunidades alejadas en las que no se permite ningún blanco. La interacción entre ambas culturas es extremadamente difícil porque ya partimos de bases muy distintas. Nosotros vemos el tiempo con pasado, presente y futuro; ellos viven en un espacio temporal que denominan “dreamtime”. En realidad la palabra que usan en su lengua no tiene traducción al inglés así que nunca seremos capaces de entender del todo qué percepción tienen del tiempo. No sé si sabéis que el Uluru se puede escalar si uno quiere pero es una gran falta de respeto hacia ellos. Los aborígenes abren las puertas de sus “casas” y nos dicen ciertas cosas que les gustaría que respetáramos. Son gente a las cuales no les gusta pelear (entre ellos nunca hubo guerras, bastaba con que indicaran iluminando fuegos que estaban entrando en el territorio de otra tribu), por lo tanto si alguien sube a la cima de Uluru se sentirán ofendidos pero no reaccionaran. Des de la organización del resort se está intentando cerrar la escalada pero aun hay australianos no aborigenes que dicen que es su tierra también y tienen el derecho a escalar. Realmente es un tema para nada fácil y que cada nuevo político que sube al poder debe tratar con inteligencia. En mi caso, como cualquier persona que pisa territorio aborigen, también estoy haciendo lo mejor que puedo por tratar de entender esta cultura tan compleja. De momento la mejor manera que he encontrado de acercarme a la manera cómo piensan es a través de su arte. Contemplando sus dibujos puedes reconocer la forma que toma el mundo ante sus ojos.

Es hora de cambiar de escenario, así que el 4 de abril fuimos en dirección West Mac Donnel Ranges. Nos paramos en el Kings Canyon e hicimos una excursión de unas cuatro horas. Cada dos por tres nos íbamos parando porque el paisaje era increíble. Maxime y Jonathan hacían de cabras monteses saltando entre las rocas. Allí me empecé a ganar el apodo de “Little girl” que acabó siendo “Little girl with strong mentality” (no creo que esté dicho correctamente pero es un apodo así que no lo puedo cambiar!). Durante la excursión se nos unió un nuevo amigo francés. Su nombre es Lucas y viaja con su van. Nos reconoció de habernos visto en Uluru así que siguió la ruta con nosotros.

Disfrutando del paisaje

Abrazando Australia! 
Al día siguiente hicimos una caminata de 18 kms en el West Mac Donnel Ranges hasta el Mont Sonder. Las tres chicas fueron a un waterhole y yo me fui con Jonathan, Maxime y Lucas. Lucas nos abandonó a medio camino y nosotros tres continuamos hasta la cima. Qué vistas! 360 grados de montañas. Allí les dije que la naturaleza, después de un esfuerzo, siempre te da regalos (y durante los siguientes días lo hemos comprobado continuamente!).





Las vistas des de Mont Sonder

Lo hemos conseguido! 

El 6 de abril llegamos a Alice Springs. Dormimos en un caravan park y bebimos un poco de vino para celebrar nuestra última noche con Julie, Lara, Agatha y Jonathan. El 7 de abril solucionamos problemas técnicos y chequeamos nuestros coches que habían sufrido un poco conduciendo por encima de gravel roads que en teoría son solo para 4x4. Decidimos pasar la noche en un backpacker hostel muy agradable donde conocimos Laurent. Al día siguiente continuaba su viaje con nosotros. Nos encontramos con Lucas que se había encontrado con dos suecos y con los dos coches hicimos la tourist drive que atraviesa los East Mac Donnel Ranges. Esa noche hicimos wildcamping. Un cielo claro y esta vez realmente sin ninguna luz humana. Descubrí una guitarra y pregunté ¿quién toca la guitarra?, y uno de los suecos me explicó que eran buskers. Así que tuvimos un concierto en directo bajo las estrellas. Mágico…

Nuestro coche Lulu atravesando gravel road. Suerte del buen conductor también! 

Típico paisaje australiano, el antiguo molino que extrae agua del subsuelo.

Un nuevo travelmate se nos ha unido. Bienvenue Lolo! 


El 9 de abril nos esperaba mucha carretera. Hicimos unos 900 km y al final del día todo el paisaje a nuestro alrededor había cambiado bruscamente: nos encontrábamos en un rainforest! Calor, mosquitos, agua, bosquestropicales. Para celebrar nuestra llegada al día siguiente nos fuimos a bañar a una piscina natural de aguas termales. Qué lujo! Parecía que estuviéramos en la piscina privada de un hotel de cuatro estrellas. Más tarde continuamos nuestra ruta hasta Katherine, Nitmiluk National Park. Durante el largo viaje habíamos perdido a nuestros amigos de vista y allí nos volvimos a encontrar. Pero como que iban cortos de tiempo se fueron. A partir de entonces ya sólo somos Max, Lolo y yo haciendo ruta y descubriendo todos los parques naturales que nos encontramos de camino a Darwin.  
Relax...
Seguramente os habéis perdido un poco entre todos los kilómetros que he recorrido así que os dejo un mapa de la carretera que hemos ido siguiendo. Espero que os aclare un poco mejor por qué mundos de Dios transcurre mi viaje en Australia ;) 

Todo lo que transcurre en este post se situa en Northern Territory. 

La ruta marcada en negro.

miércoles, 8 de abril de 2015

EN DIRECCIÓN AL CORAZÓN DE AUSTRALIA

Por si no os habíais fijado todavía, el fondo de pantalla del blog es del desierto, concretamente de la famosa roca llamada Uluru. Así que me dije que tenía que visitar el desierto porque si elegí esa foto en su momento fue por algo.

Para llegar hasta el centro de Australia se tienen unas cuantas posibilidades: en avión, en coche o en tren. Yo me decidí por el coche, básicamente porque tenía ganas de realmente saber lo lejos que está y darme cuenta de las distancias en Australia es algo único (inmenso país!). Además que en coche puedes pararte donde quieras y visitar cosas por el camino, mientras que en avión sobrevuelas y en unas dos horas has llegado y no tienes la sensación de haber cruzado toda una mitad de Australia. Observar como el paisaje cambia es también toda una experiencia; los colores empiezan a ser anaranjados y rojizos, los árboles pierden su fuerza y son reemplazados por pequeños matojos, las aves dan círculos alrededor de la carne de algún animal muerto… y el viento sopla. No es un viento cualquiera, es poderoso y, aunque no os lo creáis, frío. Fue mi primera sorpresa al hacer una parada para tomar algunas fotos del nuevo paisaje. Tuve que ponerme un jersey y la razón es que el viento viene de la Antártida. Qué locura, verdad? He aprendido que aunque denominamos desierto a bastantes lugares del mundo, todos y cada uno de ellos son diferentes. Y el Outback (o desierto) australiano tiene esta característica, algo que, otra vez, lo hace único. Pero mis sentimientos hacia el paisaje desértico no cambian, permanecen: el desierto tiene una calma y una tranquilidad que es difícil de encontrar. Requiere supervivencia y darte cuenta que debes vigilar sobre agua, crema solar,gasolina etc. Porque él no te ayudará, observará silencioso y dejará que sus arenas sigan moviéndose formando las dunas sobre las que te has atrevido a aventurarte. Aunque hoy en día es muy diferente de algunos años atrás porque cada dos por tres te encuentras estaciones de descanso con agua potable e información sobre cómo continuar el viaje. También se tiene que tener mucho cuidado con la gasolina y tener suficiente para llegar a tu próximo destino y sobretodo llevar siempre un bidón de gasolina por si acaso.
Mi primera foto en el desierto! 

Road train

The half-kilometre train... endless!

Salt lake; eso es porque antes el océano cubría gran parte de lo que hoy en día es desierto

Detrás del road train te sientes muy pequeño...
Hecha esta introducción os explico cómo llegué a mi primera destinación: Uluru and Kata-Tjuta National Park. Mirando en Gumtree encontré a Tony que empezaba a trabajar como guía turístico alrededor de Uluru y por eso hacía la carretera de Adelaide hasta el desierto. Puedo aseguraos que el trayecto fue como una especie de meditación para mí, como que son muchas las horas que pasas dentro del coche tienes tiempo para pensar en todo y más. Y como que la carretera es infinitamente recta pues pude escribir en mi diario sin marearme. Tardamos tres días hasta llegar a Uluru. Entremedio dormíamos en hoteles porque como que empezaba a trabajar como guía turístico tenía la acomodación pagada (y yo entonces también!). 
Primera noche en dirección desierto; atardecer en Port Augusta. 
La parada más remarcable que hicimos fue Coober Pedy, un pueblo minero muy famoso por sus minas de ópalo. La gente va allí con un pequeño martillo y empieza a excavar milímetro a milímetro con la esperanza de encontrar este mineral. La característica principal de Coober Pedy es que hay algunas casas construidas bajo el suelo porque los habitantes mientras excavaban iban formando sus casas al mismo tiempo. Muy interesante! En este sitio dormí en una habitación que estaba underground. Cuando ves como son al principio tienes la tentación de empezar a golpear la pared para comprobar que realmente es roca y no plástico porque los colores parecen artificiales con sus distintos tonos naranjas y blancos. Otro hecho que encuentras a medida que te adentras en el desierto es que el nombre de aborígenes australianos crece. He notado que todas las ciudades del desierto tienen este tono curioso: reciben muchos turistas pero de alguna manera hay un ambiente bastante desolador a lo largo de sus calles. Sabes que las pequeñas tiendecitas se abastecen de lo que tienen gracias a los enormes road trains (camiones larguísimos) o de los trenes. Yo a los road trains los llamo “red monsters” porque por la noche encienden sus luces rojas y el ruido que hacen parece realmente un ser vivo que viene para comerte. Son bastante impresionantes realmente.
De camino a Coober Pedy paramos en Woomera, una ciudad que es base militar y des de la cual enviaban misiles al desierto para comprobar que funcionaban. 

Restos de misiles lanzados y luego recogidos. 

Nuestra habitación underground en Coober Pedy. 

Coober Pedy

Habitación de un minero

La ciudad del ópalo
La noche siguiente dormimos en un motel que tenía una piscina y después de haber estado unas horas sentada en el coche necesitaba un poco de movimiento así que fui a darme un largo baño.
Cruzando la frontera entre el estado de South Australia y Northern Territory

Bienvenidos al Northern Territory! 

Mount Conner

El domingo 29 de marzo llegamos al Ayers Rock Resort. Sólo oír la palabra “resort” me entra cierto repelús pero alrededor de Uluru y Kata Tjuta es lo único que hay para pasar la noche. Para entendernos es como un Disneyland: tienes de todo en medio de la nada. Curiosa combinación… Así que puedes disfrutar de todos tus caprichos pagando hasta que te quedas sin blanca. Después de despedirme de Tony me fui hacia el campground y puse mi tienda de campaña. Mientras la estaba montando un hombre se me acercó y me dijo “Happy day of the palm!”. Ya no me acordaba que era domingo santo! Viajando pierdes totalmente la cuenta de los “public holidays”. Me dio una cruz hecha de palma y me la puse a la entrada de la tienda.
Mi humilde casita!
Mi plan era esperar hasta que viniera Maxime, otro chico que había contactado en Gumtree y con el que seguiría mi road trip. Al principio estaba un poco asustada porque no sé cuántos días tendría que esperar y como que necesitas coche para visitar Uluru y Kata Tjuta pensaba que quizás me quedaría con los brazos cruzados sin hacer nada durante unos días. Pero otra vez la magia del desierto se dejó ver y cada día, de una manera u otra, conocí a gente majísima que me llevaron con ellos a ver el parque nacional y a compartir caminatas. Así que he visto estas grandes formaciones rocosas des de distintos puntos de vista. Durante mi estancia allí también he coleccionado atardeceres y salidas del sol. Te recomendaban acabar las caminatas a las 11 porque a partir de esta hora el calor se hace bastante sofocante.
Tal y como iba diciendo, después de montar la tienda conocí a una pareja de jóvenes, una australiana y un alemán que estaban montando la tienda a mi lado. Se dieron cuenta que les faltaban las picas y como que a mí me sobraban les di algunas. Al día siguiente al despertarme me dijeron que ellos iban a Kata Tjuta y si quería unirme a ellos. Primer lift! Les dije que sí y me preparé rápidamente. El Mount Olgas o kata Tjuta significa “múltiples cabezas” porque las montañas que forman las rocas parecen cabezas que salen al exterior. Caminamos durante unas horas maravillándonos del paisaje. Al llegar a uno de los lookout había una familia hablando castellano así que me acerqué y empezamos a hablar. Muy majos! Resultó que tenían la tienda al lado de la mía así que nos despedimos con un “hasta luego!” Cuando volvimos al campground la pareja continuaba su viaje y yo escribí, leí y me bañé en la piscina.
Empezando a tantear el terreno...

Here I am!

Más tarde me encontré otra vez con la familia española, cenamos juntos e intentamos arreglar España des de Australia. La mañana siguiente fui con ellos a Uluru e hicimos dos pequeñas caminatas. 
La familia española en Uluru. 

Esa misma tarde conocí a un hombre mexicano que actualmente vive en Geelong (cerca de Melbourne) y me invitó la mañana siguiente a llevarme en coche hasta el lugar donde se ve el sunrise. Así que a las 5:45 me llamó a la tienda para partir. Su hobbie es la fotografía y cuando llegamos puso su cámara para inmortalizar como el sol va tiñendo Uluru de rojo. Creo que no hay mejor manera de empezar el día porque la luz del sol se convierte en energía y  alimento para un alma que se acaba de despertar y que aun tiene todo un día por delante. A continuación hicimos la caminata que rodea todo Uluru y nos llevó unas cuatro horas en total. Aprendí a ver Uluru a través de los ojos de un fotógrafo y a hacer cuadros del entorno. Al llegar otra vez al campground (habíamos hecho tantas cosas y eran tan sólo las once de la mañana!) tuvimos una tarde de relax. Por la noche, sorpresa!, conocí a unos catalanes. Eran una pareja con la familia de él. Más tarde fui a ver las estrellas con la pareja.
Un nuevo día empieza...

Haciendo la caminata y descubriendo las formas de la superficie de Uluru, ¿no os parece un pulmón? 
En el resort se hacía una muestra de danzas aborígenes. Básicamente se trata de imitar distintos animales. Por supuesto, una foto con los bailarines! 

Esa misma tarde conocí a una familia de Polonia. Tenían un niño de dos años que se llamaba Kuba así que después de cenar fuimos a jugar al parque. Fue muy interesante conocerlos porque tienen mucha energía e ilusión. Quedamos para la mañana siguiente ir a caminar. Adam, el marido, se ofreció para quedarse con el niño y así Anita y yo podíamos hacer una caminata. Al salir de mi tienda a las 6:45 lo primero que me llamó la atención fue el rojo del cielo. Estaba siendo testigo de un amanecer lleno de fuerza. Desayuné mirando el espectáculo de colores y pensé ¿qué día somos hoy? 2 de abril, fue la respuesta. El cumpleaños de mi papa! Cogí el móvil y fotografié el amanecer confiando que el desierto, a su manera, quería dar un regalo a distancia a mi padre, recordarle que el sol se ve antes en Uluru que en Olot pero que la luz sigue siendo la misma. 
Muchas felicidades!

Después de desayunar me encontré con la familia polaca y cogimos el coche hasta Kata Tjuta. El tiempo era perfecto, un poco de nubes, un viento poderoso que soplaba y algunas gotas de lluvia. Durante esa caminata aprendí a sentir la roca bajo mi mano. Al pasar mi mano sobre la superficie rocosa es como si sintieras el latido de toda la formación. A partir de entonces, cada vez que la veía  a lo lejos tenía ganas de tocar la roca. Cuando llegamos al campground justo Maxime llegaba también. Durante su trayecto hasta allí se había encontrado con dos chicas y un chico franceses que viajaban juntos así que al final resultamos ser un grupo bastante grande! Todas muy buenas personas! Esa noche, para celebrar el encuentro, hicimos una barbacoa.
Fusionándome en la roca

Mis días “sola” en el desierto habían llegado a su fin. Me pregunto… ¿“sola”? Para nada. Cada día me iba a dormir pensando que al día siguiente me levantaría y una nueva circunstancia del destino me pondría en contacto con personas maravillosas que abrirían su corazón hacia mí y compartiríamos experiencias en el desierto. Quizás todo sea cuestión de dejarte abrazar por la magia que se respira en el aire seco, entender que lo que creemos que es un paisaje inhóspito a veces tiene mucho más que ofrecer que cualquier otro lugar lleno de actividad humana. Es una sensación difícil de explicar esta seguridad de sentir dentro de ti que cada día algo pasará que te hará sonreír y pensar que hay algo especial en el aire que respiras. Las gracias a todas las personas que han pasado tiempo conmigo durante estos días se me quedan cortas, es mucho más que eso. Es como reconocer almas afines, unos hilos que existen des de siempre y que sólo necesitan un leve temblor para que sus extremos se unan. Y por otra parte también he tenido mucho tiempo para escribir en mi diario que compré hace un mes y que ya se está acabando! Las palabras lo consumen como el fuego a la madera.

El sol no quiere desaparecer, sus rayos se convierten en brazos que intentan agarrarse allí donde pueden. De alguna manera lo consigue: queda inmortalizado en las fotografías y en las miradas y corazones de la gente que lo observa. Pero, sin remedio, su luz directa se desvanece y, para demostrarnos que nunca se va del todo, nos deja su reflejo en forma de luna. 


Aviones; las cometas del día.